La clasificación Bethesda de los nódulos tiroideos: Un enfoque detallado y relevante para el diagnóstico clínico

La glándula tiroides es una de las estructuras más vitales del cuerpo humano, responsable de la producción de hormonas que regulan el metabolismo. Los nódulos tiroideos, que son crecimientos anormales en la glándula tiroides, son comunes y pueden ser benignos o malignos. Determinar la naturaleza de estos nódulos es crucial para establecer un plan de manejo adecuado. Aquí es donde entra en juego el Sistema de Clasificación Bethesda para la citología de la tiroides, una herramienta estandarizada que ha revolucionado la forma en que se diagnostican y manejan los nódulos tiroideos.

¿Qué es la clasificación Bethesda?

El sistema de clasificación Bethesda para la citología de la tiroides fue desarrollado para proporcionar una terminología uniforme y estandarizada para los informes de biopsia por aspiración con aguja fina (PAAF) de nódulos tiroideos (Cibas& Ali, 2009). Introducido en 2007 y actualizado en 2017, este sistema categoriza los nódulos en seis grupos distintos basados en sus características citológicas. Cada categoría está asociada con un riesgo estimado de malignidad y una recomendación de manejo clínico específica (Ali, 2018).

Las categorías de Bethesda

  1. I. No diagnóstica o insuficiente (ND/UNS)
       
    • Descripción: Muestra no adecuada para el diagnóstico.
    • Riesgo de malignidad: 1-4%.
    • Conducta: Repetir PAAF bajo guía de ultrasonido (Cibas & Ali, 2009).
  2.  
  3. II. Benigna
       
    • Descripción: Características citológicas que sugieren una lesión benigna, como      tiroiditis linfocítica o hiperplasia nodular.
    • Riesgo de malignidad: 0-3%.
    • Conducta: Seguimiento clínico y ultrasonográfico (Bongiovanni et al., 2012).
  4.  
  5. III. Atipia de significado indeterminado o lesión folicular de significado indeterminado (AUS/FLUS)
       
    • Descripción: Atipia en las células foliculares que no es claramente benigna ni      sospechosa de malignidad.
    • Riesgo de malignidad: 5-15%.
    • Conducta: Repetir PAAF, pruebas moleculares o seguimiento estrecho (Nikiforov et al., 2016).
  6.  
  7. IV. Neoplasia folicular o sospecha de neoplasia folicular (FN/SFN)
       
    • Descripción: Presencia de células foliculares que sugieren una neoplasia, pero sin características definitivas de malignidad.
    • Riesgo de malignidad: 15-30%.
    • Conducta: pruebas moleculares, seguimiento estrecho o Lobectomía diagnóstica para evaluación histopatológica (Cibas & Ali, 2009).
  8.  
  9. V. Sospechoso de malignidad (SM)
       
    • Descripción: Características citológicas que sugieren fuertemente malignidad,      pero no concluyentes.
    • Riesgo de malignidad: 60-75%.
    • Conducta: Lobectomía o tiroidectomía total dependiendo de factores clínicos      y ultrasonográficos (Bongiovanni et al., 2012).
  10.  
  11. VI. Maligno
       
    • Descripción: Características citológicas concluyentes de malignidad, como en el carcinoma papilar.
    • Riesgo de malignidad: 97-99%.
    • Conducta: Tiroidectomía total o tratamiento según el tipo específico de cáncer (Ali, 2018).

Relevancia e implicancias clínicas

La clasificación Bethesda tiene un impacto significativo en el manejo de los nódulos tiroideos:

  1. Estandarización del diagnóstico:
       
    • Proporciona un lenguaje común para los citopatólogos y clínicos, facilitando la comunicación y la toma de decisiones basadas en un sistema estandarizado y validado (Cibas & Ali, 2009).
  2.  
  3. Guía para la conducta médica:
       
    • Cada categoría tiene recomendaciones específicas para el manejo, desde la observación hasta la cirugía, lo que ayuda a minimizar la incertidumbre y a optimizar el tratamiento de los pacientes (Ali, 2018).
  4.  
  5. Evaluación del riesgo:
       
    • Ayuda a los médicos a evaluar el riesgo de malignidad asociado con cada nódulo, permitiendo una toma de decisiones más informada y personalizada (Nikiforov et al., 2016).
  6.  
  7. Minimización de procedimientos innecesarios:
       
    • Al identificar con mayor precisión los nódulos que requieren intervención quirúrgica, se reducen las cirugías innecesarias y los costos asociados, además de disminuir el   estrés y la carga para el paciente (Bongiovanni et al., 2012).

Conducta médica basada en Bethesda

La conducta médica a seguir para cada categoría del sistema Bethesda varía en función del riesgo de malignidad y las características clínicas del paciente:

  • Categoría I: La repetición de la PAAF es necesaria para obtener una muestra adecuada que permita un diagnóstico certero. Utilizar guía de ultrasonido puede aumentar la precisión del procedimiento (Cibas & Ali, 2009).
  • Categoría II: Los pacientes con nódulos benignos generalmente requieren seguimiento clínico y ecográfico periódico para monitorear cualquier cambio en el tamaño o las características del nódulo (Bongiovanni et al., 2012).
  • Categoría III: En casos de AUS/FLUS, se recomienda repetir la PAAF, realizar pruebas moleculares para evaluar mutaciones genéticas asociadas a malignidad, o un seguimiento estrecho con ecografías periódicas (Nikiforov et al., 2016).
  • Categoría IV: La neoplasia folicular o sospecha de neoplasia folicular se puede optar por pruebas moleculares con seguimiento estrecho, o una lobectomía diagnóstica (Cibas & Ali, 2009).
  • Categoría V: Los nódulos sospechosos de malignidad suelen manejarse con  cirugía, ya sea lobectomía o tiroidectomía total, dependiendo de las características del nódulo y la preferencia del paciente (Bongiovanni et al., 2012).
  • Categoría VI: Los nódulos malignos se tratan con tiroidectomía total o tratamientos específicos según el tipo de cáncer identificado, seguido de terapia con yodo radiactivo o tratamiento hormonal según sea necesario (Ali, 2018).

Conclusión

El Sistema de Clasificación Bethesda para la citología de la tiroides es una herramienta esencial en la evaluación y manejo de los nódulos tiroideos. Su implementación ha permitido una mejor estandarización del diagnóstico, una evaluación más precisa del riesgo de malignidad y una guía clara para la conducta médica a seguir. Esto ha resultado en un manejo más eficiente y efectivo de los nódulos tiroideos, mejorando significativamente los resultados para los pacientes.

A medida que la tecnología y la investigación médica continúan avanzando, es probable que veamos mejoras adicionales en las herramientas de diagnóstico y manejo de los nódulos tiroideos. El Sistema Bethesda seguirá siendo una piedra angular en este campo, adaptándose y evolucionando para seguir cumpliendo su objetivo de proporcionar diagnósticos precisos y guías de manejo claras para los profesionales de la salud y sus pacientes.

Referencias

  1. Ali, S. Z. (2018). Thyroid cytopathology: Bethesda and beyond. Acta Cytologica, 62(1), 6-12.
  2. Bongiovanni, M., Spitale, A., Faquin, W. C., Mazzucchelli, L., & Baloch, Z. W. (2012). The Bethesda system for reporting thyroid cytopathology: a meta-analysis. Acta Cytologica,     56(4), 333-339.
  3. Cibas, E. S., & Ali, S. Z. (2009). The Bethesda System for Reporting Thyroid Cytopathology. American Journal of Clinical Pathology, 132(5), 658-665.
  4. Nikiforov, Y. E., Ohori, N. P., Hodak, S. P., Carty, S. E., LeBeau, S. O., Ferris, R. L., ... & Nikiforova, M. N. (2016). Impact of the multigene ThyroSeq next-generation sequencing assay on cancer diagnosis in thyroid nodules with atypia of undetermined significance/follicular lesion of undetermined significance cytology. Thyroid, 26(11), 1567-1576.

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